Publicado: 27 de Diciembre de 2015
El Gremi de Pastisseria de Barcelona estima que durante las fiestas navideñas se venderán unas 610.000 barras de turrón artesano en Barcelona y provincia, un 1% más que el año pasado. Asimismo, los precios se mantendrán entre los 35 y los 49 euros el kilo y el volumen de ventas se concentrará principalmente entre el 20 y el 25 de diciembre.
Formatos más pequeños, elaboraciones más ligeras y menos dulces se imponen como tendencia en los escaparates de las pastelerías. Los sabores innovadores son otro de los reclamos. Será habitual encontrar turrones "alcohólicos" (mojito, piña colada, gin tonic...), con frutas (mandarinas, frambuesas o limón) y con frutos secos (cacahuetes, nueces de macadamia, etc.). Sin olvidar los clásicos, que siguen siendo los más vendidos, como son el de yema quemada, jijona y praliné. Tal como asegura Elies Miró, presidente del Gremi, "el cliente sabe valorar un producto artesano, acabado de hacer y elaborado sólo con ingredientes naturales. Un turrón hecho como antes pero con nuevos sabores del siglo XXI".
La previsión también es optimista con el Roscón de Reyes. El Gremi calcula que se venderán 880.000 en toda Catalunya y 590.000 en Barcelona y provincia, lo que se traduce como un increcemento cerca del 3%. Asimismo, prevé que cada familia gastará entre 19 y 36 euros, dependiendo del tamaño. Las razones de este ascenso hay que encontrarlas en una cierta recuperación económica y en la revalorización de lo artesanal. Según Miró, "un Roscón que lleva una semana en un supermercado o franquicia, lleva gran cantidad de conservantes artificiales. El Roscón artesanal es de corta duración, por eso lo hacemos la Noche de Reyes, tal y como se hacía antes, sin añadir conservantes ni colorantes artificiales".