De entre las mejores tartas y pasteles de Illescas que podemos probar destaca la tarta capuchina, cuyo origen debemos buscar en la más profunda tradición. Es una tarta dulce, basada fundamentalmente en solo dos elementos, la yema de huevo y el almíbar, que convence sin problemas a los gustos más golosos.
Es por eso que este dulce no puede faltar dentro de todo el catálogo de tartas y pasteles de Illescas.
El secreto de las hermanas capuchinas
Las monjas capuchinas, oficialmente conocidas como Hermanas Clarisas Capuchinas, tienen su origen en la profunda Edad Media, aunque no llegaron a España hasta finales del siglo XVI, cuando comenzaron a fundar sus monasterios. Como monjas de clausura que eran, tenían prohibida la salida del convento, se dedicaban a la vida contemplativa y dividían su tiempo entre la oración y el trabajo. Una parte fundamental de estas labores era la elaboración de pasteles, con los que las monjas ayudaban a la economía de la hermandad. Pero también lo hacían para enseñar un oficio a niñas huérfanas o mujeres con problemas.
Como la fundadora del movimiento fue Santa Clara, una italiana seguidora de San Francisco, existía la tradición entre la gente de regalar huevos al monasterio. Se buscaba obtener los favores de la santa. Por esta razón es fácil entender por qué la gran mayoría de los pasteles elaborados por las monjas tienen tan alta proporción de claras o yemas de huevo.
Y la tarta capuchina es un extraordinario ejemplo de ello. Un dulce elaborado con elementos tan sencillos como yema de huevo, azúcar, agua y piel de limón, pero a la vez capaz de inspirar tantos matices en el paladar.
En Pastelería Díaz - Miguel somos herederos de esta tradición, procedente de los monasterios capuchinos en Toledo. Déjate atrapar por nuestras tartas y que su dulce sabor te sumerja en la tradición de esta tierra.